Archivo del blog

miércoles, 9 de febrero de 2022

Cielo casi estrellado


Pateo la pelota tan alto, pero tan alto, que en su caída se trajo algo parecido a un tacho de luz. Si, como en aquella película, donde todo era una show, y de pronto cayo un tacho de luz desde el cielo. La pelota venia complicada y sin dudar pateo lejos. Fuerza siempre tuvo en su pierna derecha, pero nunca creyó que tenía tanta. Todos en la cancha quedaron atónitos al ver como la pelota blanca se alejaba hasta convertirse en un punto negro casi invisible y perderse en el cielo. La fuerza de la gravedad hizo el resto y con la pelota, como ya dijimos, vino el objeto. Primero cayó el tacho y de casualidad no le pego a nadie. Pararon el partido y todos se  quedaron atónitos en la mitad de la cancha, preguntándose de donde había venido aquel artefacto. De pronto cayo la pelota y le pego en la cabeza a uno de los jugadores, lo que causo la risa general. Uno de los jugadores, haciéndose visera con las manos, noto algo distinto en el cielo. En todo el paño celeste, había un cuadradito negro. Como si la parte de una pantalla no funcionara, bueno, así estaba el cielo. Los demás también levantaron la vista y vieron el mismo. Caía la tarde y a medida que el cielo se tornaba naranja, el recuadro seguía negro. Rompiste una parte del cielo, le dijeron algunos. Otros decían que era imposible romper el cielo de un pelotazo. Cayó la noche y el cielo oscuro combino con el recuadro negro. Acamparon allí. Esperaron hasta el amanecer, para verificar el daño ocasionado. Y efectivamente, el recuadro negro seguía allí. Hasta que uno dijo, rompe paga. Y el pensó, habrá que saldar cuentas con Dios entonces.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario